La Scuola está comprometida con el desarrollo de las competencias para el Siglo XXI, destacando el fortalecimiento del carácter y manejo de las emociones así como el desarrollo de la creatividad y la investigación.
Entendemos que este ámbito representa un entorno apropiado para la sensibilización a través del arte y la imaginación, el acercamiento a la ciencia y la tecnología a través de diversos proyectos.
Áreas de formación:
Esta área tiene como objetivo el desarrollo y fortalecimiento de la capacidad de expresarse en forma creativa, de observar y comprender diversas producciones artísticas y de adquirir una sensibilidad estética juntamente con una apreciación del patrimonio artístico de diversas culturas. A través de la experiencia personal, los niños y jóvenes aprenden a utilizar así como a disfrutar el lenguaje visual y audiovisual; son capaces de leer e interpretar críticamente el lenguaje de la imagen y el multimodal que ofrecen las nuevas tecnologías y logran producir en modo creativo nuevos mensajes mediante el uso de diversas técnicas y materiales.
La tecnología se ocupa de las intervenciones y transformaciones que el ser humano ejerce en el entorno para garantizar su supervivencia y satisfacer sus necesidades. El estudio de los principios operativos y utilización de diversos instrumentos, dispositivos y máquinas diseñadas y fabricadas para determinado fin, favorece y estimula una actitud de diálogo con el entorno para tratar de resolver problemas poniendo en juego habilidades de tipo cognitivo, operativo, metodológico y social. El objetivo de esta área es por tanto la promoción de una actitud que comprenda la necesidad de trabajar CON el medio ambiente a través de un accionar ético y responsable que tenga en cuenta el problema, el producto, el impacto y el control de la intervención.
La observación de los hechos y su interpretación, así como el espíritu de búsqueda e investigación debe ser prioridad en el aprendizaje de las ciencias. El entorno de la Scuola permite que muchas actividades se realicen en íntimo contacto con la naturaleza y, la experiencia concreta, ya sea individual o colectiva, fortalece la capacidad de observación y de pensamiento crítico, alimenta la curiosidad y orienta a los niños y jóvenes en la necesidad de hacerse preguntas y de buscar explicaciones que necesariamente deberán confrontar con las percepciones del grupo.
La música constituye un componente fundamental y universal de la experiencia humana. El descubrimiento de la capacidad expresiva de la voz, la apreciación del ritmo y la melodía, la interpretación y valoración de diversos géneros musicales ofrece un espacio ideal para el desarrollo de la dimensión cognitiva, cultural, social y emocional-afectiva del alumno. Asimismo, a través de la práctica del pensamiento crítico puede fortalecerse una sensibilidad artística que se apoya en el conocimiento, la interpretación y la socialización de la experiencia musical. Los niños en edad escolar tienen la oportunidad de participar en el coro de la escuela y vivenciar la música y la armonía desde la propia experiencia.
